Las primeras publicaciones
que aparecieron aquí en Panamá estuvieron dedicadas exclusivamente a las
noticias de las actividades oficiales de la nación, tales como ‘La Gaceta
Oficial’, ‘La Gaceta del Gobierno Independiente de Panamá’, ‘El Fiscal y la ley’.
Más, no fue hasta 1820 ó 1821 cuando circuló ‘La Miscelánea del Istmo’, ya con
otro tipo de noticias y sobre todo con propia opinión. De ella se conservan
ejemplares en Madrid y en Bogotá, que son todas en realidad de 1822. Fueron
editadas en la Imprenta Libre de Panamá, del ya mencionado José María Goytia,
además fue la primera publicación en que aparecieron noticias muy poco locales,
ciertamente, y más del exterior. Su aparición era semanal. Entre su ideario
sobresalía la idea de la libertad de lo que era Panamá del reino español, lo
cual hizo que las autoridades locales de entonces quisieran prohibir su
publicación. Algo que el mismo reino español rechazó, ya que no se oponía a
esto. Los anuncios de ventas de casas y propiedades sobresalen.
Años después apareció el
‘Panamá Star’, ‘La Estrella’ y este mismo periódico escrito en francés. La
familia Boyd y los Duque, en ese orden, fueron los dueños de esas
publicaciones.
En
1927 se creó la Asociación de Periodistas de Panamá y formaron parte de ella, entre
otros, Gil Tapia, Dámaso Botello, Guillermo Andreve, Samuel Lewis, Domingo H.
Turner, Abilio Bellido, Diógenes de la Rosa, J. Darío Anguizola, Mariano Soto,
Cristóbal Segundo, Alberto González, Víctor F. Goytía, José Isaac Fábrega,
Aníbal Ríos, Ricardo J. Alfaro, José D. Duarte, Octavio Méndez Pereira,
Heliodoro Patiño, Tomás Gabriel Duque, Nelson Roosevelt.
No
obstante lo rudimentario, y las grandes dificultades materiales, los diarios de
esa época tenían una buena presentación. A pesar de que se vivía en la época
tenían una buena presentación. A pesar de que se vivía en la época del
personalismo, la vida privada de los ciudadanos era respetada. Se promovían
constantemente campañas para acrecentar el civismo. En síntesis, el periodismo
de ayer, de buenas plumas, investigativo y regulado sólo por la ética de sus
directores, debe servirnos de orientación permanente. Eran otros tiempos y
otros hombres.
Nuestro
país a través de toda su historia tuvo varios diarios en la capital, por
supuesto, pero también Herrera y Chiriquí contaban con periódicos prestigiosos
y muy leídos. Existían revistas y semanarios que enriquecían nuestro acervo
cultural.
Con
el advenimiento de la televisión, el público comenzó a leer menos y ver más.
Poco a poco fueron disminuyendo los diarios nacionales.
Hola Laudiz,
ResponderEliminarMe gustaría saber las fuentes que utilizaste para esta publicación, debido a que quisiera tomar información de tu blog para referencia en mi tesis, y como comprenderás necesito respaldar la fuente.
Agradezco tu respuesta,
Saludos!
Cómo q faltas más detalles sobre los periódicos q existió en esa época
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